Contada desde la perspectiva de una zombi, esta inteligente e ingeniosa serie de detectives mezcla fantasía urbana y drama romántico.
Gwendolyn “Gwen” Dylan es una sepulturera de veintitantos años en un cementerio ecológico. Una vez al mes debe comerse un cerebro humano para evitar perder sus recuerdos, pero en el proceso se consume con los pensamientos y la personalidad de la persona muerta, hasta que se come su siguiente cerebro. Ella se propone cumplir el último pedido del difunto, resolver un crimen o corregir un error.
A nuestra detective chica zombi se une un elenco de apoyo radical: su mejor amiga Eleanor, que resulta ser un fantasma oscilante de los años 60, un grupo de vampiros que disparan bolas de pintura, un hombre perro enamorado y una momia sexy pero demente.