Baraja temática de la Plaga
Imagina que te emparejan una vez más con tu némesis, Fred. Cuando Fred te gana, lo que parece ser poco más de la mitad del tiempo, siempre se regodea durante horas después. Esta vez, esperas borrar la sonrisa de su rostro. Pero no pinta bien. Fred tiene tres Bestias 6/6 en juego y ha estado aplicando los ritmos en tu cara durante un par de turnos. No dejó ninguna criatura para bloquear, pero no le importa. Tiene 20 vidas y estás frito después de un ataque más. ¿Qué podrías hacer en un turno? Lo único que tienes en juego son ocho montañas y un maquinista duende .
El maquinista tiene 0 poder, pero tú tienes fe. Sacas tu carta para el turno: una montaña. Juegas a la montaña número nueve. "Solo ríndete", se burla Fred, "ya terminaste". No tan rápido, Fred. Atacas con el Goblin Machinist . Pagas {2R} para jugar la habilidad del Maquinista. Revelas cartas... ¡ Egotista desdeñoso ! Eso es +8/+0. Juegas la habilidad nuevamente y revelas más cartas... ¡Aven Fateshaper ! Ese es otro +7/+0. Una vez más... Explosión errática para otro +3/+0. Un maquinista de 18 poderes. No es suficiente. Fred gana, por los pelos. Parece un poco nervioso. Pides una revancha.
Antes de que te des cuenta, estarás a punto de perder nuevamente ante las mismas criaturas gigantes que la última vez. Fred tiene 16 años y te preguntas sobre la existencia de los milagros. No tienes cartas en la mano y has robado demasiadas tierras en este juego. Tienes cinco islas, cuatro montañas y dos criaturas boca abajo: un Egotista Desdeñoso y un Quanar Travieso . Parece sombrío. Una vez más, robas la que será tu última carta.
¡Torrente de Fuego ! Mientras Fred mira hacia otro lado, decides fingir la derrota. Tocas cinco tierras y juegas Torrent of Fire . Luego tocas una isla y pones a Scornful Egotist boca arriba. Ese es un Torrente de 8 daños. "Claro, lo que sea", dice Fred. Ahora el golpe de gracia: tocas tres tierras más para poner el Quanar boca arriba. "Haz que sean dos Torrentes de 8 daños, Fred". Es tu turno de regodearte. ¿Cruel? Sí. ¿Vale la pena? Definitivamente.
